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JORNADAS DIGITALES

El banco central ha jugado una papel fundamental en el auge de los pagos digitales en el país

La sede del Banco de la Reserva de India (RBI, por sus siglas en inglés), inaugurada en 1981, es un alto edificio construido en mármol blanco que se erige sobre el distrito Fort de Bombay, a unas pocas cuadras de la ribera.

El RBI es también un pilar de la red de pagos digitales de rápido crecimiento en el país y ofrece una lección de cooperación entre el banco central y las empresas privadas.

El volumen de pagos digitales de India ha crecido a una tasa anual promedio del orden del 50% en los últimos cinco años. Esta es de por sí una de las mayores tasas de crecimiento del mundo, pero la expansión ha sido aún más acelerada —alrededor de un 160% anual— en la Interfaz Unificada de Pagos (UPI, por sus siglas en inglés), el singular sistema de India que opera en tiempo real en los teléfonos móviles. El volumen de transacciones se duplicó con creces a 5.860 millones en junio respecto al mismo mes del año anterior, en tanto la cantidad de bancos participantes creció un 44%, hasta 330. Los valores prácticamente se duplicaron en el mismo período. Asimismo, el RBI introdujo en marzo una UPI para teléfonos de gama media (es decir, teléfonos más antiguos con botones en vez de pantallas táctiles) que puede conectar potencialmente a 400 millones de usuarios en áreas rurales lejanas.

El sistema UPI se introdujo en 2016, poco antes de que finalizara el mandato de Raghuram Rajan, gobernador del Banco de la Reserva de India. El shock que provocó la iniciativa de desmonetización ocurrió hacia el final del mismo año, cuando se retiraron de circulación los billetes de alta denominación.

UPI se creó en respuesta al mosaico de normas y burocracia que regulan los pagos en el país. El objetivo era facilitar transacciones más seguras, permitiendo varias cuentas bancarias en la misma plataforma móvil, para personas y empresas por igual. El sistema no tardó en obtener gran aceptación.

La génesis de la red UPI es anterior y se remonta a 2006, cuando el RBI y la Asociación de Bancos de India se unieron para formar la National Payments Corporation of India (NPCI).

Esta institución, creada con el objetivo de coordinar la digitalización de pagos minoristas, se constituyó como entidad sin fines de lucro a fin de brindar un bien público a la población de India. Según señalaron los investigadores del Banco Internacional de Pagos en un documento de 2019, este enfoque que ofrece infraestructura financiera digital como bien público es pertinente para todas las economías, independientemente de su nivel de desarrollo.

Sin dinero en efectivo

El crecimiento de los usuarios particulares de pagos digitales habrá de triplicarse en cinco años a 750 millones, según el Director Ejecutivo de NPCI, Dilip Asbe; la cantidad de comercios que los usan podría duplicarse a 100 millones. El banco central promueve un ecosistema variado de sistemas de pago, afirmó, entre los que se incluyen RuPay, un emisor de tarjetas de crédito y débito con una gran participación de mercado, la red de cajeros automáticos National Financial Switch y un sistema de pago que usa el programa de identidad nacional para llevar los servicios bancarios a zonas donde la atención es insuficiente.

“El RBI determinó que un país de nuestro tamaño necesita múltiples sistemas de pago, de modo que los ciudadanos puedan elegir entre distintas opciones”, afirmó. “Un sistema como UPI solo puede establecerse si el banco central y el gobierno de ese país están dispuestos a introducir ese tipo de innovación, la cual democratiza el sistema de pago al incorporar hasta el valor más pequeño y al costo más razonable. Hoy día, UPI es prácticamente gratuito para los consumidores de India y el gobierno ofrece incentivos para promover los pagos de comercios a través de UPI”.

Con el surgimiento de una sociedad sin dinero en efectivo, las viejas modalidades van cayendo en desuso entre los cientos de millones de jóvenes del país. Son ellos quienes han contribuido a engrosar las filas de usuarios de Paytm, uno de los servicios de dinero móvil más grande del mundo, que actualmente supera los 400 millones.

Anjchita Nair, empresaria y cofundadora de Culture, una organización de Cultre y arte establecida en Nueva Delhi, utiliza Paytm para las ventas y la plataforma Razorpay para las transferencias en línea. Para uso personal prefiere Google Pay, otra de las plataformas más populares en India.

“Las operaciones monetarias pueden realizarse de forma rápida y conveniente”, expresó. “Los jóvenes usan cada vez más los métodos de pago sin efectivo, tales como UPI y las billeteras digitales, y queríamos facilitarles las transacciones. Además, como algunas de las transacciones de nuestros productos son de pequeño valor, esto reduce la molestia de tener que acarrear efectivo”.

Si bien la dependencia del efectivo ya venía disminuyendo rápidamente con la llegada de los teléfonos inteligentes, la pandemia contribuyó a acelerar aún más la adopción de las transacciones digitales sin contacto, en especial las de pequeño monto, ya que las personas trataban de evitar el contagio.

Infraestructura digital única

Esta transición aprovechó otra innovación local singular, India Stack, un sistema digital de identidad y pago diseñado en una interfaz de programación de aplicaciones abierta, o API. Esto ha sido un catalizador de mayor inclusión financiera al facilitar el acceso de los consumidores a los servicios e incorporar incluso el programa de identidad nacional, Aadhaar, que tiene 1.300 millones de usuarios.

La tecnología de arquitectura abierta es la base de UPI, que transformó los pagos digitales de India, afirmó Dinesh Tyagi, Director Ejecutivo de CSC e-Governance Services India, la entidad gubernamental que opera centros de servicios públicos electrónicos en comunidades remotas y otras zonas alejadas.

“El gobierno promovió la tecnología de arquitectura abierta para que las personas puedan tratar de integrarse con rapidez”, comentó. “También promovimos las empresas privadas de tecnofinanzas, además de los bancos tradicionales del sector público, lo que [permitió] acelerar la adopción de estas tecnologías. Estos servicios también están disponibles sin costo para el ciudadano, y allí radica la singularidad de la transformación digital de India.

Mientras tanto, las autoridades están planificando una nueva apuesta al futuro del dinero digital, con mayores efectos de alcance sobre la economía. El RBI está estudiando una moneda digital del banco central (MDBC) con un diseño que permita cumplir los objetivos de la política monetaria: estabilidad financiera, moneda eficiente y operaciones de pago.

Según Rabi Sankar, Gobernador Adjunto del RBI, quien supervisa los sistemas de pago y otros temas de tecnología financiera, un avance como este tendría ventajas para la gestión del dinero, el riesgo de liquidación y los pagos entre países.

En un discurso realizado en junio en un evento del FMI sobre monedas digitales, Sankar afirmó que una rupia digital conllevaría importantes consecuencias para los criptoactivos: “De hecho, las MDBC podrían echar por tierra cualquier argumento, por pequeño que fuera, a favor de las criptomonedas privadas”.

JEFF KEARNS integra el equipo de Finanzas y Desarrollo.

ASHLIN MATHEW es escritor con base en Nueva Delhi.

Las opiniones expresadas en los artículos y otros materiales pertenecen a los autores; no reflejan necesariamente la política del FMI.