El estancamiento del comercio y el aumento de las restricciones marcan una nueva era para la globalización
EL LIBRE FLUJO TRANSFRONTERIZO DE BIENES, servicios, capital, personas e ideas fomentan una mayor integración económica. Pero la globalización, la tendencia a favor de un movimiento cada vez más libre entre países, ha experimentado vaivenes a lo largo de las décadas y, por el momento, parece haber tocado un techo.
El indicador del grado de apertura del comercio —la suma de las exportaciones e importaciones de todas las economías en relación con el PIB mundial— se utiliza como indicador aproximado de la globalización. Al echar un vistazo a los datos de más de un siglo y medio, las principales fases de la globalización saltan a la vista.
Como se observa en el gráfico, el índice se ha nivelado a escala mundial desde 2008, y el indicador ha retrocedido en cierta medida en algunas de las principales economías. Al mismo tiempo, se ha observado un marcado aumento mundial de las restricciones al comercio en los últimos años.
Estas tendencias no son un buen presagio para la globalización, y se han puesto más de relieve este año, conforme las autoridades tratan de comprender y abordar la perspectiva de una creciente fragmentación geoeconómica.
Esto ocurre tras un recrudecimiento de las tensiones comerciales entre las dos principales economías del mundo, Estados Unidos y China, y más recientemente tras la invasión rusa de Ucrania, que ha alterado de forma generalizada los flujos financieros, de alimentos y de energía en todo el mundo. Además, la COVID-19 ha hecho que se preste más atención a la seguridad económica y a mejorar la resiliencia de las cadenas de suministro, después de que la pandemia dejara al descubierto sus vulnerabilidades en muchos países.
Eras de globalización
La historia de la globalización está caracterizada por cinco períodos principales con diferentes configuraciones del poder económico y financiero y con diferentes reglas y mecanismos que rigen los vínculos económicos y financieros entre países.
1870–1914: Industrialización
La era de la industrialización fue un período durante el cual el comercio mundial —dominado por Argentina, Australia, Canadá, Estados Unidos y Europa— se vio facilitado por el patrón oro. Los factores que más lo impulsaron fueron los avances en el transporte que redujeron los costos del comercio y elevaron sus volúmenes.
1914–1945: Guerras, proteccionismo
El período de entreguerras se caracterizó por un drástico retroceso de la globalización debido a conflictos internacionales y al aumento del proteccionismo. Pese al impulso que la Sociedad de las Naciones imprimió al multilateralismo, el comercio se regionalizó a causa de barreras y la desintegración del patrón oro, en favor de bloques de monedas.
1945–1980: Tipos de cambio fijos
Durante la era de Bretton Woods, Estados Unidos se convirtió en la potencia económica predominante, y el dólar, que entonces estaba vinculado al oro, formó la base de un sistema junto con otras monedas vinculadas a la divisa estadounidense. La recuperación posterior a la guerra y la liberalización del comercio propiciaron una rápida expansión en Europa, Japón y las economías en desarrollo, y muchos países relajaron los controles de capital. Pero la política monetaria y fiscal expansiva de Estados Unidos, impulsada por el gasto social y militar, a la larga supuso la insostenibilidad del sistema. Estados Unidos puso fin a la convertibilidad dólar-oro a comienzos de la década de 1970, y muchos países adoptaron tipos de cambio flotantes.
1980–2008: Liberalización
La liberalización se caracterizó por la eliminación gradual de barreras comerciales en China y otras grandes economías de mercados emergentes y por una cooperación económica internacional sin precedentes, incluida la integración del antiguo bloque soviético. La Organización Mundial del Comercio, establecida en 1995, se convirtió en un nuevo supervisor multilateral de acuerdos, negociaciones y solución de diferencias en el ámbito del comercio. Los flujos transfronterizos de capital experimentaron un auge, con aumentos de la complejidad y el grado de interconexión del sistema financiero mundial.
2008–2021: “Globalentificación”
La ralentización de la globalización (slowbalization) que siguió a la crisis financiera mundial se ha caracterizado por una desaceleración prolongada de la reforma del comercio y una merma del apoyo político al comercio abierto en medio de crecientes tensiones geopolíticas.
Las opiniones expresadas en los artículos y otros materiales pertenecen a los autores; no reflejan necesariamente la política del FMI.