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Cómo lograr el apoyo del público a las reformas de los subsidios a la energía y de las pensiones

Contar con el apoyo de la opinión pública es fundamental para llevar a cabo reformas difíciles que pueden ayudar a los países a reducir su deuda y acelerar su crecimiento

Muchos países lidian con un crecimiento económico anémico y un elevado nivel de deuda, y necesitarán medidas fiscales audaces para sanear sus finanzas. Dos ámbitos importantes en los que es posible lograr ahorros son los subsidios a la energía y los sistemas de pensiones. Sin embargo, reformar estas áreas puede resultar impopular.

Contar con el apoyo del público es fundamental para llevar a cabo con éxito estas reformas; para mejorar este respaldo, los gobiernos pueden utilizar diversas estrategias. En el Monitor Fiscal de abril de 2025 se expone un nuevo método que hemos desarrollado para medir la opinión pública, en el que se analizan más de 2 millones de artículos periodísticos para realizar un seguimiento de las reformas de los subsidios de la energía en 170 países desde 1990 y las reformas de las pensiones en 134 economías desde 1960.

Las reformas eficaces son aquellas que introducen cambios bien concebidos en el momento adecuado para lograr un mayor apoyo del público. Las modificaciones que se introducen de forma gradual y en épocas de bonanza económica suelen ser mejor recibidas. Las políticas que se centran en la redistribución de los recursos a los más afectados, el fomento de la confianza en las instituciones y la comunicación eficaz pueden reducir la resistencia de los ciudadanos a las reformas. El dinero que se ahorra con estas reformas puede utilizarse en programas sociales populares y proyectos de infraestructura que el público puede ver y apreciar. Además, para lograr el acuerdo y el apoyo necesarios para estos cambios, es fundamental el fuerte compromiso político de las autoridades y que estas asuman la responsabilidad de las reformas.

Impacto fiscal

Reformar los subsidios a la energía y el gasto en pensiones es crucial para mejorar las finanzas públicas y promover el crecimiento inclusivo. Además, puede reportar grandes beneficios.

En promedio, los países emergentes y de ingreso bajo gastan el 1,5% de su producto interno bruto en subsidios a la energía, más de lo que dedican a gasto social para los pobres. Además, los subsidios a los combustibles benefician principalmente a los grupos de mayor ingreso, ya consumen más combustible. Al reducir estos subsidios, los países pueden liberar recursos para otros usos, eliminar distorsiones de precios, promover un uso más eficiente de la energía y fomentar el crecimiento inclusivo a largo plazo.

El gasto en pensiones representa el 8% del producto interno bruto en las economías avanzadas y el 4% en los mercados emergentes, y las proyecciones muestran un fuerte aumento debido al envejecimiento demográfico. Las reformas de las pensiones pueden contribuir a garantizar la sostenibilidad de los sistemas de jubilación, así como mejorar el empleo, en especial el de los jóvenes.

La opinión pública importa

Realizar cambios importantes en los subsidios a la energía y los sistemas de pensiones es difícil. Las subidas de los precios de los combustibles siempre son impopulares. Y los cambios en los sistemas de seguridad social pueden generar temor a tener que contribuir más o trabajar durante más tiempo antes de jubilarse.

Para aplicar con éxito estas reformas, es fundamental mejorar su aceptación entre los actores clave de la sociedad. Nuestro estudio muestra que el apoyo de la opinión pública es uno de los indicadores más importantes del éxito de las reformas de pensiones, sobre todo cuando las familias, las organizaciones de la sociedad civil, los sindicatos y los grupos de la oposición respaldan los cambios. En el caso de los subsidios a la energía, contar con una opinión pública favorable es casi tan importante como los cambios efectivos en los precios de los combustibles.

Reforzar el apoyo de la opinión pública

Las autoridades pueden utilizar diversas estrategias para obtener apoyo para las reformas. Cuando es posible, la aplicación gradual de las reformas da a las personas y a las empresas tiempo para adaptarse, lo que puede mejorar su aceptación. Por ejemplo, Colombia implementó con éxito un calendario de dos años de ajustes del precio de la gasolina. Ceñirse a este calendario contribuyó a generar confianza entre el público y redujo su resistencia. Sin embargo, si bien el Gobierno eliminó con éxito los subsidios a la gasolina, el proceso de supresión de los costosos subsidios al diésel ha sido mucho más lento.

Realizar intervenciones oportunas en períodos de fuerte crecimiento económico permite la aplicación de reformas graduales que atenúan las inquietudes del público. Eso es lo que ocurrió en Alemania cuando se elevó con éxito la edad de jubilación. Por desgracia, no todos los países tienen el tiempo a su favor. En Marruecos, por ejemplo, el Gobierno tuvo que aumentar con rapidez el precio de los combustibles en torno a un 20% para hacer frente a presiones presupuestarias urgentes. Esta rápida subida demostró el compromiso del Gobierno, preparó a los ciudadanos para futuros cambios y sentó las bases para la eliminación total de los subsidios.

Compensar con rapidez a los afectados por las reformas puede ayudar a generar apoyo y reducir la preocupación. Australia logró elevar la edad de jubilación al tiempo que aumentaba de forma importante las prestaciones de vejez, en más del 10% para los jubilados de ingresos bajos. Sin embargo, algunas de estas medidas pueden tener consecuencias a largo plazo. Por ejemplo, en respuesta al aumento de los precios de la energía en 2022, los gobiernos europeos bajaron los impuestos y ofrecieron transferencias de efectivo para calmar el descontento público. Estas medidas solucionaron problemas inmediatos, pero también pospusieron la necesaria adaptación a los precios más altos, que tendrá que realizarse en el futuro.

Una comunicación clara

La comunicación eficaz y el diálogo con las partes interesadas son fundamentales para lograr el apoyo de la opinión pública a las reformas de los subsidios a los combustibles y de las pensiones. Si se explica con claridad que estas reformas mejorarán la solidez financiera del país y ampliarán los servicios públicos, puede reducirse la preocupación y lograr un respaldo mayor. En Marruecos, se utilizó una estrategia de comunicación bien planificada para involucrar a distintos grupos durante la reforma de los subsidios a los combustibles. Esta estrategia hizo hincapié en que los subsidios no eran una forma eficaz de proporcionar apoyo social, lo que contribuyó a aliviar la preocupación y a generar respaldo para las reformas.

La responsabilidad compartida y el compromiso político son fundamentales para forjar consenso en torno a reformas más ambiciosas. En Uruguay, el presidente hizo del aumento de la edad de jubilación un elemento esencial de las políticas de su Gobierno y colaboró activamente con los principales actores políticos para generar consenso en torno a la reforma.

En conclusión, aunque es más fácil aplicar reformas graduales en períodos de prosperidad económica, es habitual que muchos países tengan que realizar importantes ajustes en épocas complicadas. En ambos casos, la opinión pública es muy importante para que las reformas tengan éxito. Los gobiernos deben dedicar el mismo esfuerzo a comunicar con claridad, educar y atraer a las partes interesadas que a los aspectos técnicos de estas complejas reformas.

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