En un mundo más propenso a los shocks, reforzar la red de seguridad financiera es ahora más importante que nunca
En una crisis económica, los países pueden movilizar distintos recursos financieros, tanto internos como externos. La red mundial de seguridad financiera es un conjunto de instituciones y mecanismos que proporciona a las economías un seguro frente a las crisis con el fin mitigar su impacto.
Esta red de seguridad está formada por cuatro capas principales: las reservas internacionales de los propios países; las líneas de crédito recíproco mediante las que los bancos centrales intercambian divisas para inyectar liquidez en los mercados financieros; los acuerdos de financiamiento regionales que permiten a los países agrupar recursos para incrementar el financiamiento durante una crisis, y el FMI.
Las reservas internacionales son la primera línea de defensa en una crisis; sin embargo, tienen un costo muy elevado y eso hace que estén distribuidas de forma muy desigual: la mayoría están en manos de las economías avanzadas y las economías de mercados emergentes de mayor tamaño.
Una forma más eficiente de protegerse frente a las crisis es el agrupamiento de recursos, por ejemplo, mediante el FMI, líneas de crédito recíproco o acuerdos de financiamiento regionales. Aunque los dos últimos métodos han crecido considerablemente durante las dos últimas décadas, aún están disponibles solo para un grupo reducido de países.
De ahí que el FMI tenga tanta importancia en este sistema. Es el prestamista de última instancia en las crisis mundiales y el asegurador de los no asegurados. Sin embargo, la capacidad de concesión de préstamos del FMI como proporción de los pasivos externos mundiales ha ido disminuyendo con el transcurso del tiempo. Y la proporción de recursos obtenidos en préstamo ha aumentado.
Para que el FMI continúe desempeñando este papel central en la red mundial de seguridad financiera, han de incrementarse sus recursos permanentes procedentes de las cuotas. Se potenciará así su capacidad de protección frente a crisis futuras y, en particular, su capacidad de apoyar a los miembros con colchones financieros más exiguos, que son los que más lo necesitan.
Las opiniones expresadas en los artículos y otros materiales pertenecen a los autores; no reflejan necesariamente la política del FMI.