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El continente procura flexibilizar los pagos transfronterizos en un intento por impulsar el comercio
Realizar pagos de un país africano a otro no es tarea fácil. Basta preguntarle a Nana Yaw Owusu Banahene, quien vive en Ghana y recientemente pagó los honorarios de un abogado en el país vecino de Nigeria.
“El pago tardó dos semanas en llegar al destinatario”, comenta Owusu Banahene. ¿El costo de la transacción de USD 100? Casi USD 40. “Utilizar el sistema bancario es un proceso muy difícil”, afirma.
Su experiencia es un pequeño ejemplo de un problema mucho mayor para el desarrollo económico de África: el costo y las dificultades para realizar pagos entre países. Ese es uno de los motivos por los cuales el comercio entre las 55 naciones que componen África representa tan solo el 15% del total de sus exportaciones e importaciones. En cambio, se estima que un 60% del comercio de Asia tiene lugar dentro del propio continente. En la Unión Europea, la proporción ronda el 70%.
“Cuando se desbloquean los pagos, invariablemente se desbloquea el comercio entre los países africanos”, comenta Owusu Banahene, gerente de AZA Finance en Ghana, una empresa que procesa transacciones en el mercado de cambios para empresas que tienen operaciones en África.
Los pagos transfronterizos son tan solo uno de los muchos obstáculos para el comercio en África. A estos se suman los altos aranceles y los engorrosos trámites de aduana, así como la disparidad de regulaciones y la congestión vial.
En 2021 entró en vigencia un acuerdo comercial que pretende reducir todos estos obstáculos y crear una vasta zona comercial desde Casablanca hasta Ciudad del Cabo, con una población de 1.300 millones de personas. En su primera etapa, el acuerdo del Área de Libre Comercio de África Continental (AfCFTA, por sus siglas en inglés) eliminaría los aranceles en un 90% de los bienes y reduciría los obstáculos para el comercio de servicios. En etapas posteriores, se armonizarían las políticas de inversión, competencia, comercio electrónico y derechos de propiedad intelectual.
Los promotores del AfCFTA afirman que reducir las barreras comerciales dará impulso al comercio, atraerá inversión extranjera directa y estimulará el crecimiento económico. Un estudio reciente del Banco Mundial estima que el acuerdo, de materializarse plenamente, elevaría el ingreso real en un 9% y sacaría a 50 millones de personas de la pobreza extrema para 2035.
Paralelamente al acuerdo, se está trabajando en el Sistema Panafricano de Pagos y Liquidación (PAPSS, por sus siglas en inglés), un proyecto de la Secretaría del AfCFTA y Afreximbank, una empresa con base en El Cairo que se especializa en el financiamiento del comercio. El sistema tiene por objetivo vincular a los bancos centrales, bancos comerciales y empresas de tecnofinanzas de África en una red que permita realizar transacciones con rapidez y a bajo costo en cualquiera de las 42 monedas que circulan en el continente.
En 2017, tan solo el 12% de los pagos dentro de África se liquidaban en el continente, según la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication (SWIFT). Los demás se transfieren a través de bancos extranjeros, en su mayoría en Europa y América del Norte. En consecuencia, primero debe cambiarse una moneda africana por dólares, libras o euros para luego cambiarse una segunda vez en otra moneda africana. Se estima que esto incrementa el costo de las transacciones cambiarias entre monedas africanas en USD 5.000 millones al año.
Owusu Banahene comenta que su pago de USD 100 a su abogado fue relativamente sencillo, porque los bancos en Ghana y Nigeria tienen relaciones de corresponsalía con contrapartes en el exterior que usan dólares en sus transacciones en moneda extranjera. Pero en las transacciones entre Ghana y Côte d’Ivoire participan dos bancos extranjeros, porque las instituciones marfileñas tienen relaciones de corresponsalía con bancos que operan en euros.
Del costo de la transacción que realizó Owusu Banahene, la mayor parte correspondió a una comisión estándar de USD 35 que cobra SWIFT. Normalmente, los costos expresados como porcentaje de la transacción son mucho más bajos, aunque no dejan de ser considerables, ya que llegan a un 4% o 5%.
No obstante, el costo de las transacciones de menor valor puede ser un impedimento para pequeños comerciantes transfronterizos que representan una proporción significativa del comercio dentro de África. En primer lugar, muchos de ellos no tienen siquiera cuentas bancarias y los que sí tienen suelen cambiar divisas en el mercado informal, lo que conlleva el riesgo de robo o de recibir billetes falsos, expresa Richard Adu-Gyamfi, asesor principal de AfroChampions Initiative, una iniciativa que impulsa las empresas multinacionales africanas.
Existen otros obstáculos. Uno es la volatilidad de los tipos de cambio. En el caso de Ghana, a mediados de julio de 2021 se necesitaban ¢6 para comprar un dólar; un año después, el costo era ¢8, lo que equivale a una depreciación de la moneda del 25%. La volatilidad aumenta el riesgo y, por ende, el costo de las transacciones en moneda extranjera.
Otro impedimento es que algunos bancos centrales africanos que pretenden apuntalar el valor de sus monedas racionan los dólares y otras monedas fuertes interviniendo en el mercado. Esto ha generado frustración para Sasha Naryshkine, gerente de operaciones de Kuza Africa, que exporta plántulas de aguacate desde Tanzanía.
“Hemos vendido plántulas en Angola y debimos esperar al pago por el simple hecho de que el banco central de Angola no tenía suficientes dólares para liquidar la operación”, comenta. Debido a las demoras y a la incertidumbre, resulta difícil decidir cuándo plantar aguacates, afirma, y eso desalienta el negocio.
Uno de sus clientes es Lourenço Rebelo, director comercial de FertiAngola, empresa que vende productos agrícolas, desde plántulas hasta herramientas. Según Rebelo, debido a las demoras en el acceso a las divisas, algunos estantes siguen vacíos y se pierden ventas.
“Somos un negocio integral”, afirma. “Por lo tanto, si no tengo fertilizantes, por ejemplo, [los clientes] no vienen y no se venden los otros productos”.
PAPSS pretende resolver estos problemas al liquidar las transacciones en monedas africanas locales y eliminar la necesidad de convertirlas en dólares o euros para luego volverlas a cambiar a otra moneda africana. En esencia, PAPSS eliminaría los costosos intermediarios extranjeros. El sistema pretende que las transacciones se lleven a cabo en menos de dos minutos a un costo bajo aún no estipulado.
“Esto cambiará las reglas del comercio en el continente africano”, indica Wamkele Mene, Secretario General de AfCFTA.
Aun así, PAPSS tiene sus propias dificultades. Los bancos centrales en el seno del sistema tendrán que conciliar las diferencias en materia normativa, de infraestructura y en los sistemas de supervisión de cada país. También podría resultar difícil decidir cómo se liquidan las transacciones entre varias monedas de gran volatilidad.
El sistema, que se lanzó formalmente en enero de 2022, todavía no había completado una sola transacción comercial a mediados del verano. Ha integrado 6 bancos centrales —y hay más en vías de integración— y 16 bancos comerciales, afirma John Bosco Sebabi, Director Ejecutivo Adjunto de PAPSS.
Sebabi reconoce que el sistema es poco conocido en la comunidad empresarial. Comenta que Afrexim y PAPSS han puesto en marcha una campaña conjunta de comercialización, si bien no está en condiciones de dar más detalles.
“Mientras se implementa un proyecto de esta magnitud, surgen algunas fallas”, afirma. “Sin embargo, muy pronto habrá transacciones bancarias comerciales. No podemos decir si hoy o mañana, pero será muy pronto”.
Las opiniones expresadas en los artículos y otros materiales pertenecen a los autores; no reflejan necesariamente la política del FMI.